Historia de la concepción y el proceso constructivo del Palacio Legislativo
En una zona alta del barrio La Aguada, se destaca el edificio Palacio Legislativo, sede del poder legislativo del estado uruguayo. Este edificio emblemático e hito urbano por excelencia, se inaugura el 25 de agosto de 1925, coincidiendo con los festejos del centenario de la Declaratoria de la Independencia del Uruguay.
Anteriores sedes del poder legislativo:
La Asamblea de Representantes de la Nación se reúne por primera vez en la ciudad de San José, en noviembre de 1828, en la casa de don Esteban Durán, dado que la ciudad de Montevideo todavía se encontraba bajo la dominación de las tropas brasileñas. En diciembre del mismo año las reuniones se realizaron en la ciudad de Canelones, y para mediados de febrero de 1829, el lugar de encuentro sería en la Capilla del Carmen de la Aguada.
El 1º de mayo de 1829 la Asamblea se reúne en la Sala Capitular del edificio del Cabildo de Montevideo, en su planta superior sobre la calle Juan Carlos Gómez (ex calle San Fernando). La Cámara de Senadores y la de Representantes se alternaban en sus reuniones compartiendo la misma sala, hasta que se inaugura el sector izquierdo del edificio, sobre la calle Sarandí, donde pasaría a funcionar la Cámara de Representantes.
Proyecto: Palacio Legislativo
1ra etapa: mediados de 1850 hasta 1902.
No muchos años después de la independencia del país, ya se comenzaban a plantear ciertas inquietudes respecto a la posibilidad de que el poder legislativo funcionara en un espacio más cómodo, mejor adaptado a las funciones legislativas, y donde se permitiera el fácil acceso del público a las sesiones de las cámaras.
Algunos pensaron, desde entonces, en un edificio propio; otros en integrarlo a un conjunto arquitectónico donde se instalaran los tres poderes del Estado; otros pensaron simplemente en mejorar las condiciones de funcionamiento ampliando, una vez más, el edificio en el que venían funcionando, el antiguo Cabildo de Montevideo.
Cuando todo hacía suponer que la propuesta de ampliación del edificio existente sería la que tendría mayor andamiento, el Parlamento dispuso, junto a la ley de liquidación del Banco Nacional, el 10 de febrero de 1896, que la nueva sede legislativa se levantaría en el predio ubicado sobre Av. Agraciada, en la manzana frente a la Iglesia de la Aguada, entre las calles: Nicaragua, Venezuela y Pampas.
La definición del predio fiscal en el que se proponía ubicar al Palacio, no impidió que siguieran llegando para consideración de las Cámaras, variadas propuestas para construir el edificio en diferentes predios. A mediados de 1902 se dispuso el llamado a concurso público internacional de "un proyecto de Palacio Legislativo para la ciudad de Montevideo". Su ubicación era la acordada en la mencionada ley del año 1896, es decir, el predio ubicado frente a la Iglesia de la Aguada.
Se creó la Comisión del Palacio Legislativo, que presidió el senador José Batlle y Ordoñez (Uruguay: 1856 – 1929), comenzándose de inmediato la preparación de las bases para el llamado a concurso, cuya responsabilidad se confió al ingeniero José Serrato (Uruguay: 1868 – 1960), por entonces secretario de aquella comisión.
2da etapa: 1903 a 1913
Esta etapa se inicia con el llamado a concurso internacional en el año 1903, y comprende todo lo que se relaciona con los aspectos teóricos como ampliaciones y modificaciones, y el inicio y desarrollo de la construcción del proyecto premiado, hasta el año 1912. En este momento, Batlle y Ordóñez, quien transitaba su segundo mandato presidencial, da un nuevo impulso a la idea de dotar al edificio que se estaba construyendo, de la "magnificencia, nobleza, y riqueza artística de terminaciones", que su trascendente destino reclamaba, y que por razones económicas se le había retaceado hasta ese momento.
Se designó una Comisión Asesora, integrada por distinguidas personalidades, con el cometido de evaluar los proyectos y dar su parecer y fundamentos a la Comisión del Palacio, quien debía luego elaborar el fallo. Esta Comisión Asesora estuvo presidida por el ingeniero Capurro, como secretario actuó el arquitecto Antonio Llambías de Olivar, y como vocales ejercieron los arquitectos José Pedro Gianelli, Julián Masquelez, Jacobo Vázquez Varela y Antonio del Vecchio y los ingenieros Luis Andreoni y Juan Monteverde.
En abril del año 1904 se recibieron 27 propuestas de arquitectos de distintos países del mundo, entre los que figuraban tres proyectos uruguayos, dos de los cuales fueron premiados con menciones. Hubo consenso en la Comisión Asesora, en establecer que no había entre todos los proyectos presentados, ninguno que cumpliera a satisfacción plena, con el programa establecido en las bases del concurso y, por tanto, no debía otorgarse el primer premio.
También estuvieron de acuerdo, en que había dos proyectos que sobresalían del resto de los presentados por sus distintas y particulares bondades, cuyos seudónimos eran Hispania (propuesta Nº11) y Agraciada (propuesta Nº17).
ORDEN DE RECEPCIÓN DE LOS TRABAJOS |
SEUDÓNIMO | PARTICIPANTE | PROCEDENCIA |
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1 | Themis | Rolando Levacher | Génova |
2 | Trento | Arístides Macassi – Ricardo Pastorino | Parma |
3 | Floreat | Jorge Griffin Eady – Carlos Juan Marshall – Carlos J. Bradley |
Londres |
4 | XXXIII | Edmundo Krug – Víctor Dubugras | San Pablo |
5 | Oriental | Victoria Mariani | Siena |
6 | Fortitudo Nostra Lex | Francisco Roca y Simo – Fernando García y Calleja |
Barcelona |
7 | (un sol) | Eduardo F. Milliken – Foster Milliken | Nueva York |
8 | Exedra | Juan M. Burgos | Buenos Aires |
9 | Hispania | José M. Bacardi | Buenos Aires |
10 | Lex | León Francastel | París |
11 | Hispania | Manuel Mendoza y Sáez | Madrid |
12 | Lux | Luis Santamaría Nicolini | Nápoles |
13 | (dos puntos dorados) | Emilio Robert | Clamart (Sena) |
14 | Duny | Juan G. Mimo | Barcelona |
15 | Oelilag | Juan G. Mimo | Barcelona |
16 | Hormigón acero | Francis W. Wilson – Alberto E. Bullock | Londres |
17 | Agraciada | Víctor Meano | Buenos Aires |
18 | Talavera | Luis Pavoni | Trieste |
19 | Colón | Cayetano Buigas y Monrava | Barcelona |
20 | 20 de Abril de 1813 | Alejandro Ruiz | Montevideo |
21 | Rucker | Humberto Sampognaro | San José |
22 | Festina Lente | Alfredo Zucker | EEUU |
23 | Arte e Verita | Adolfo Ravinnetti | Torino |
24 | Honor y Patria | L. Siegerist - P. Guichot | Buenos Aires |
25 | Silvestre Blanco | Américo Etanislao Maini - Carlos Giuria |
Montevideo |
26 | Mars 1904 | Alexandre Koch | Londres |
27 | X.A.P. | Charles Flamant - E. Toussaint | Francia |
Hispania representaba, según expresiones de la Comisión Asesora, las nuevas tendencias modernistas; era el mejor en lo que refiere a la "grandiosidad de la planta", pero las fachadas resultaban "inadmisibles para un edificio representativo de uno de los poderes del Estado".
Agraciada, en cambio, con un estilo arquitectónico neoclásico representaba una tendencia conservadora, tradicionalmente representativo del poder y la autoridad. Según el propio autor, se había inspirado en el soberbio edificio del Parlamento de Viena, proyectado por el ilustre arquitecto danés del siglo XIX: Theófilo Von Hansen (Dinamarca: 1813 – 1891).
La Comisión Asesora sugirió declarar desierto el primer premio, otorgar el segundo al proyecto Hispania y el tercero al proyecto Agraciada, no obstante lo cual, la Comisión del Palacio tomó parcialmente esa sugerencia.
La misma decidió no otorgar el primer premio, y adjudicar dos segundos premios, en lugar de un segundo y un tercero como había propuesto la Comisión Asesora. Los premiados serían los arquitectos Manuel Mendoza y Sáez de Argadoña (España: 1872 – 1950) por Hispania, y Víctor Meano (Italia: 1860 – 1904) por Agraciada. Asimismo, se elige para su inmediata construcción, el señalado con el seudónimo Agraciada, por ser el que "reclama menores modificaciones de proyecto, el que mejor se ajusta al presupuesto previsto, y el que tiene en su aspecto exterior la magnificencia exigible en este tipo de edificio".
El proyecto elegido correspondió al arquitecto italiano Víctor Meano, radicado desde muchos años atrás en la ciudad de Buenos Aires, y ganador también del concurso del Palacio del Congreso Nacional Argentino que, en ese momento, se estaba construyendo. Desgraciadamente, el arquitecto Meano no llegó a enterarse de que también en Uruguay se había elegido su proyecto para construir el Palacio Legislativo, pues murió trágicamente en Buenos Aires en el mes de junio de 1904, antes de que la Comisión del Palacio diera su fallo definitivo en agosto del mismo año.
Casi al mismo tiempo que se decide la elección del proyecto que se pretendía construir, se resuelve cambiar su emplazamiento; el terreno del que se disponía por mandato de la Ley de 1896, no era realmente el adecuado para construir el importante edificio que se estaba gestando. La opinión general coincidía en que a la importancia del Palacio de las Leyes que se había proyectado, debía corresponder a un entorno mucho más amplio, desde el que se lo pudiera apreciar en toda su belleza, y al mismo tiempo, que resolviera problemas de aglomeraciones de público y del tránsito en esa parte de la ciudad.
Por otra parte, las comisiones que se habían encargado de la elección del proyecto que ahora se iba a construir, también habían señalado la necesidad de agrandar algunos ambientes del proyecto premiado, razón adicional para tener que ubicarlo en un terreno de mayores dimensiones de las que tenía el que disponían frente a la Iglesia de la Aguada.
Hacia 1905 se decidió ubicarlo en la antigua plaza Gral. Flores, espacio de forma asimétrica, casi triangular, muy cercano al predio que anteriormente se había elegido, ubicado entre las calles Fernández Crespo al este, Guatemala al sur y un tramo de Agraciada al oeste. Los planos modificados, demostraron que la nueva ubicación tampoco resultaría la adecuada, si no se procedía a despejar el área hasta conseguir una buena relación espacial entre el edificio y su entorno. Entre las modificaciones planteadas, se proponía ampliar determinados espacios, planteándose expropiar terrenos del entorno inmediato para lograr materializar un área que contemplara un espacio generoso de interacción con la ciudad; se hace coincidir el eje principal de la construcción con el de la Av. Libertador Lavalleja (antigua Av. Agraciada) y se proyecta la fachada principal enfrentado a la avenida.
En el año 1905 se encarga la ampliación y ajuste del proyecto de Meano, a los arquitectos Jacobo Vázquez Varela (Uruguay: 1872 – 1954), prestigioso profesional de nuestro medio, y a Antonio Banchini colaborador directo del arquitecto Meano en la construcción del Congreso Nacional Argentino. Terminados los recaudos correspondientes, la Comisión del Palacio llamó a licitación pública para la construcción del edificio, adjudicándose la obra a la propuesta más conveniente, que fue la de la firma Manuel y Juan Debernardis.
Si bien se conmemoró la colocación de la piedra fundamental en 1906, no fue hasta setiembre de 1908 que se iniciaron las obras que continuaron sin alteraciones respecto al último proyecto hasta la contratación en el año 1913, del arquitecto Cayetano Moretti (Italia: 1860 - 1938).
A Moretti se le confió la terminación del edificio de acuerdo a las nuevas ideas que impulsaba entonces la Comisión del Palacio y el propio Presidente de la República, y que determinaron cambios fundamentales en su aspecto final. Durante toda la construcción del edificio, desde 1908 hasta 1925, actuó como representante de la Comisión del Palacio, en carácter de director técnico de obra, el ingeniero José Foglia.
3ra etapa: 1913 a 1925
La tercera etapa trataría del genial aporte del arquitecto Cayetano Moretti, desde su contratación en el año 1913, hasta la inauguración del edificio en 1925.
El profesor Moretti, no era un arquitecto neo clásico, como podría presumirse de acuerdo al trabajo realizado en nuestro Palacio. Era un gran arquitecto italiano, de ideas modernas, muy culto y versado en arquitectura clásica, de gran experiencia, autor de importantes obras, y docente afamado. Hacia 1913 se encontraba en Buenos Aires para atender la construcción del monumento a la Independencia Argentina. Establecidos los contactos correspondientes por la Comisión del Palacio, ésta le contrató, y puso en sus manos sus sueños de transformar el edificio del Poder Legislativo, ya muy avanzado en su construcción, en la obra más representativa del Uruguay.
Su colaborador uruguayo más importante fue el arquitecto Eugenio Baroffio (Uruguay: 1877 – 1956), figura de singular relieve en la sociedad uruguaya. El representante permanente de Moretti en Montevideo, y también eficaz colaborador, fue Darío A. Pedroni, de origen italiano, quien se radicó en Montevideo en 1914.
Moretti elaboró un exhaustivo plan de transformaciones edilicias y decoraciones, que plasmó en planos, detalles, croquis, e incluso en la confección de maquetas en yeso armado de gran tamaño. Incorporó al edificio maderas nobles extranjeras, mármoles y pórfidos nacionales, bronces y cristales. Enriqueció la decoración con profusión de esculturas, bajo relieves, vitrales, mosaicos venecianos y una equilibrada ornamentación clásica.
Listado de empresas involucradas en la construcción:
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JUAN GAGGIONI: Taller Mecánico
Constructores de la armadura metálica del techo de la Cámara de Senadores y persianas metálicas del piso principal -
LUIS RAFFO: Establecimiento Electromecánico
Ejecutores de los pavimentos, escaleras, basamentos y zócalos (Talleres de Marmolería y Escultura) -
SANTIN CATTANI: primera marmolería mecánica
Ejecutores del pavimento de la Sala de Pasos Perdidos y Vestíbulo de Honor con mármoles nacionales, y las escaleras de (acceso del) público con mármoles de (las) canteras de Narancio -
PEDRO MARTI: techados artísticos metálicos y de pizarra
Colocadores del techado de cobre a “TASEAUX” del Palacio Legislativo y de la gran tribuna de Socios de Maroñas. (Especialidad de techos de zinc, cobre, pizarras, teja esmaltada, etc.) -
TEKKO Y SALUBRA: papeles
Los salones del Palacio Legislativo fueron decorados con estos papeles "lavables e inalterables" -
JUAN B. SCAPUSIO & CIA. y ENRIQUE DURAND E HIJOS: Fundiciones artísticas de bronce
Ejecutores de los balcones del Salón de los Pasos Perdidos, balcones decorativos del gran Salón de Fiestas, bases monumentales del Salón de Pasos Perdidos y de los grandes artefactos artísticos de iluminación -
AUGUSTO CORALLO: Cristales y Vidrios
Importador y Fabricante de espejos, con taller de biselado -
SIBILS & CIA: alfombras
Las alfombras colocadas en el Senado, en la Cámara e Representantes y anexos fueron suministradas por esta empresa -
POSER Y DE MORI: electromecánica de granitos y piedras de todas clases
Ejecutor de las escaleras principales, atrio y vestíbulo, columnas del Vestíbulo de Honor -
F. PAGANI Y CO
Ejecutó las grandes decoraciones de la Cámara de Senadores -
J. DE CHIARA E HIJOS: barandas para instituciones artísticas, vitrinas, etc
Puertas exteriores y barandas de los Palcos de Honor de la Cámara de Representantes -
ENRIQUE ALBERTAZZI: Decoraciones interiores y exteriores
Ejecutor de la decoración de la sala de Fiestas del Palacio Legislativo y esgrafiados de los patios
4ta etapa: post inauguración de 1925
El arquitecto Moretti, no pensó al Palacio de forma aislada, sino que lo pensó inserto en una trama urbana que, para entonces necesitaba ciertas premisas que indicaran el rumbo en cuanto a su proyección de futuro. Fue así que presentó un Plan Regulador, una propuesta de ordenamiento urbano, donde despejaba el entorno inmediato a la construcción, proponiendo expropiaciones de terrenos y rodeando a la construcción, a una distancia de 70 metros de las fachadas circundantes, con galerías de doble altura para peatones.
En 1958 se reformuló aquella primera aspiración de conformar un perímetro construido alrededor del Palacio y se reorientó hacia la idea de despejar el entorno inmediato y transformarlo en área verde hasta los límites naturales del pentágono que forman las calles Madrid, Batoví, Agraciada, César Díaz, y Francisco Acuña de Figueroa, canalizando así la circulación vehicular no propia del Palacio, y reservando las superficies enjardinadas para futuras ampliaciones del Poder Legislativo.
Parte de esa idea se cumplió con la construcción del edificio José Artigas, edificio anexo al poder legislativo, que se alejó aproximadamente cien metros del Palacio, y no setenta como se preveía en la propuesta original, y se construyó en terrenos expropiados desde 1958, unificando padrones y reformulando la manzana.
El Palacio Legislativo fue declarado Monumento Histórico Nacional en 1975.
Referencias
- BAUSERO, Luis. Historia del Palacio Legislativo de Montevideo. Montevideo: (s.n.), 1968 y 1987; Los escultores italianos del Palacio Legislativo. Montevideo: Comisión Administrativa del Poder Legislativo, 1966.
- CARLOMAGNO, Gisella. El Palacio de la Aguada: camino a sus cien años. Montevideo, 2019.
- GONZÁLEZ, Nery. Patrimonios varios: historias de Montevideo. CLAEH, 2008.
- Revista Arquitectura - Sociedad de Arquitectos el Uruguay. Plaza el Palacio Legislativo: Proyecto de regulación urbana. Año VII, Nº XLII. (1921).